El Ukelele en el Cine: Parte II

 

Volvemos con nuestro actor favorito: el ukelele. Aunque como ya vimos en nuestra anterior entrega sobre «El ukelele en el cine», en las primeras películas era más bien un figurante con frase. Un instrumento anecdótico que daba un toque cómico y de humor a la escena donde aparecía. Pero, ya en los años 50 y 60 y, sobre todo, gracias al boom que supuso la película Con faldas y a lo loco, el ukelele se puso de moda. Cobró cierta relevancia y entró en juego una nueva visión: es pequeño, mono y fácil de tocar.

El ukelele, algo femenino, cuqui y muy mono

En 1959 se estrenó Con faldas y a lo loco, dirigida por Billy Wilder con Marilyn Monroe, Jack Lemmon y Tony Curtis como protagonistas. Poco podemos añadir sobre la ya famosa escena del tren con la voluptuosa Marilyn bailando y cantando «Runnin’ Wild» con el ukelele, mientras le acompaña una orquesta de chicas. Solo apuntas que es una de las primeras veces donde aparece el ukelele como algo mono, cuqui y muy femenino. Y quizá le debamos a Monroe que el ukelele sea considerado tan desacertadamente como un instrumento de chicas. Pero es verdad que le iba muy bien a Marilyn: pequeño, manejable, fácil de tocar y a juego con sus sensuales curvas…

Otro personaje que resulta muy cuqui y mono con su uke es Poppy, de la reciente película de animación Trolls (2016). Poppy, esa troll de color rosa, le canta «Sound of Silence» a su amigo troll Branch, mientras flores, gusanitos y arañitas coreografían la actuación. Todo muy cursi y lindo… Al final, Branch hace con el uke lo que muchos de nuestros familiares y vecinos querrían hacer con el nuestro cada vez que practicamos en casa.

El ukelele también es cosa de hombres

Después de estos dos ejemplos, tan solo nos queda aclarar una cosa: el ukelele no es solo para chicas. Y para demostrarlo ahí está Elvis, que lo rasgueó en más de una película. ¿Y qué os parece Dwayne «La Roca» Johnson? Interpreta su propia versión de «What a wonderful world» en la película Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa (2012). Cierto es que la película puede pasar sin pena ni gloria, aunque cuente con el genial Michael Caine, pero el caso es que tenemos a un tipo grande y fuerte tocando el ukelele… ¿Quién dice ahora que es un instrumento de chicas?

Y ya para acabar, nuestro monstruo favorito: Drácula, en Hotel Transylvania (2012), que le canta una canción a su niña. Esta vez no es una preciosa muñeca rosa con pelo de punta quien toca el ukelele, sino un terrorífico y malvado chupasangre.

Es verdad que el cine ha utilizado a su antojo a nuestro pequeño amigo para destacar algún rasgo de sus personajes, como mero adorno y sin darle más importancia. Pero no os perdáis la próxima entrega del «Ukelele en el cine», donde veremos que el uke se ha convertido en, al menos, el actor secundario del film. ¡Ah! Si alguien os vuelve a decir que el ukelele es de chicas, ya sabéis qué contestar: el cuatricorde no tiene género. Cualquiera lo puede tocar, tan solo hacen falta ganas de disfrutar, pasarlo bien y divertirse.

Artículo original del Club Ukelele Valencia

1 comentario en “El Ukelele en el Cine: Parte II

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